Violencia en estado puro... muro de contradicciones y lamentaciones. Culminando en las predicciones de un sufrimiento adelantado. Desbocando el terror y lamento de ambas personas por no haberlo remediado.::
¿Por qué dejarse llevar por tal sensación? ¿Por qué dar rienda suelta a dicha traición? Pues en el fondo sabemos que solo nos arruinamos a nosotros mismos. Cada golpe que infundamos nos destruye poco a poco por dentro, haciéndonos menos... seres humanos.::
Y la realidad es por todos sabida. Fuego contra fuego... crea la desdicha. Y solo abriendo los ojos, viendo con los del otro, podremos buscar en nuestra empatía el dolor que nos rompe y destruía.::
Pero la lucha persiste. Hombres y mujeres resisten. Golpes de traición, que la víctima sufre más que el agresor. Pero no por dolor físico... si no por el dolor en el corazón. Pero todo sea dicho... quien efectúa el primer puñetazo... hasta su muerte será un desgraciado... por no haberlo cambiado por un simple abrazo.::
Si quieres romperte en mil pedazos, no lo hagas contra otra persona. ¿ O es que acaso asumes que eres un animal que no razona?.
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